miércoles, 28 de noviembre de 2012

LA MASCOTA DE MOSCU 1980

MISHA
Misha es un hipocorístico del nombre ruso Mijaíl. Además, Misha, Mishja, Mijaíl Potapich (es decir, Miguel, hijo de Potap) y Mijaíl Potapich Toptigin (o simplemente Toptigin) son motes que se les suele dar a los osos. A su vez, el oso históricamente ha simbolizado Rusia así como la Unión Soviética.

CEREMONIA DE APERTURA




miércoles, 21 de noviembre de 2012



Sea a quién sea que se le pregunte sobre los Juegos Olímpicos de Moscú 1980, la respuesta siempre será la misma: "Los Juegos del boicot". Una de las tantas intromisiones políticas en la trayectoria olímpica, que en esta oportunidad destruyó las esperanzas y los esfuerzos de cerca de 1.500 atletas, al no participar 62 países de los 143 reconocidos hasta ese momento por el Comité Olímpico Internacional. 
Una novela, mezcla de amor y odio, une la designación de la sede con el definitivo boicot. El 22 de octubre de 1974, día anterior a la elección de la sede, el periódico londinense Daily Mirror publicó: "Un pacto secreto entre Richard Nixon y Leonid Brezhnev, en apoyo a la política de distensión, asegura que mañana Moscú será elegida como sede contra Los Ángeles, su única rival". 
A la hora de sumar los votos, el resultado le daba veracidad a lo publicado por Daily Mirror, cuya versión nunca fue desmentida, porque Moscú obtuvo 48 votos y Los Ángeles sólo 12. Pero, cinco años más tarde, el 25 de diciembre de 1979, la Unión Soviética invadió Afganistán y la distensión se transformó en enemistad. 
El presidente Jimmy Carter declaró en enero de 1980: "Ir a los Juegos Olímpicos de Moscú sería como poner un sello de aprobación a la política exterior de la URSS. El COI debería cambiar la sede". La respuesta del titular del COI, Lord Michael Killanin, fue contundente: "Sólo una Tercera Guerra Mundial puede impedir que Moscú sea la sede". 
La situación estaba al rojo vivo. En los primeros días de mayo, casi a dos meses de la inauguración, Killanin entrevistó la Brezhnev en el Kremlin y, luego, a Carter en la Casa Blanca. Este último, le expresó: "O retiran las tropas... o retiro a los atletas". No hacían falta más palabras. El boicot estaba declarado. 
El 24 de mayo vencía en el plazo de inscripción y el problema era para cada Comité Olímpico Nacional. El Consejo Olímpico Europeo recomendó acudir, pero sin banderas ni himnos. Hubo reacciones en pro y en contra. Gran Bretaña, Francia, Holanda, Dinamarca, Suecia, Suiza, Grecia, Austria e Italia decidieron participar en esas condiciones. 
La República Federal de Alemania, Bélgica, Finlandia, Japón y China se adhirieron a la no asistencia y España concurrió como apoyo a la candidatura de presidente del COI del catalán Juan Antonio Samaranch. En tanto, Australia dio libertad a sus atletas de decidir individualmente ir o no ir. 
De Latinoamérica asistieron Cuba, México, Brasil y Venezuela, entre otros, mientras que la Argentina se unió al boicot. La URSS, por su parte, subvencionó el traslado a varios países para tratar de reclutar la mayor cantidad de participantes. De esa manera, consiguió totalizar 81, contabilizando a los del bloque europeo oriental, pero ese total se redujo a 80, porque Liberia se retiró después de la ceremonia inaugural. Lo que no pudo recuperar fueron los ingresos perdidos por el retiro de sponsors y la falta de turistas. 

CONTEXTO HISTORICO


En estos juegos influyó notablemente la situación política del momento. Moscú era la capital de la Unión Soviética, el país más grande del mundo y una de las mayores potencias mundiales tanto en términos económicos, como políticos y militares. El socialismo era la oposición al capitalismo, y los estados socialistas y capitalistas llevaban enfrentados varias décadas en la denominada Guerra Fría.

Estados Unidos, argumentando que la presencia militar soviética en Afganistán (a raíz de la guerra civil) era una invasión y violaba el derecho internacional, decidió no asistir a los juegos sólo seis meses antes de que comenzaran. El presidente estadounidense, Jimmy Carter, amenazó con revocar el pasaporte a cualquier atleta estadounidense que intentara ir.

A esta decisión se sumaron varios de sus aliados, como Alemania Occidental, Canadá,Argentina, Japón, Turquía o Noruega. Algunos países aliados de Estados Unidos, como el Reino Unido y Australia, dejaron en libertad de elección a sus atletas, quienes compitieron bajo la bandera olímpica. La República Popular China, enemistada con la Unión Soviética, tampoco concurrió a los Juegos de Moscú. Del total de 65 estados que se abstuvieron de participar, el Comité Olímpico Internacional estima que entre 45 y 50 lo hicieron por plegarse a la iniciativa estadounidense.

Los países que boicotearon los juegos fueron: Albania, Alemania Occidental, Antigua y Barbuda, Antillas Holandesas, Arabia Saudita, Argentina,Bahamas, Bahréin, Bangladesh, Barbados, Belice, Bermudas, Bolivia, Canadá, Chad, Chile, China, China Taipei, Corea del Sur, Costa de Marfil, Egipto,El Salvador, Emiratos Árabes, Estados Unidos, Fiyi, Filipinas, Gabón, Gambia, Ghana, Haití, Honduras, Hong Kong, Indonesia, Irán, Islas Caimán, Islas Vírgenes de Estados Unidos, Israel, Japón, Kenia, Liberia, Liechtenstein, Malasia, Malawi, Marruecos, Mauricio, Mónaco, Níger, Noruega, Pakistán,Panamá, Papúa Nueva Guinea, Paraguay, Qatar, República Centroafricana, Singapur, Somalia, Suazilandia, Sudán, Surinam, Tailandia, Togo, Túnez,Turquía, Uruguay y Zaire.